La transmisión del “evangelio de la vida” en el ámbito de la investigación científica. Los grandes retos actuales

Abstract

El hombre ocupa una posición privilegiada en el conjunto de la naturaleza. Aun teniendo mucho en común con el resto de las criaturas nos diferenciamos en la singularidad de nuestra realidad corpóreo-espiritual. El hombre es un ser que decide y construye su yo con un sentimiento de trascendencia en relación con su Creador, y no solo algo que existe. Esto significa que la vida humana se eleva a una dimensión muy especial y posee una dignidad que en coherencia con el evangelio de la vida debe respetarse siempre, desde su inicio hasta la muerte. La biología demuestra que la vida se inicia en la concepción y mantiene su identidad genética hasta la muerte, por lo que merece la misma consideración personal y respeto en todas sus etapas: embrionaria, fetal y adulta hasta la muerte, lo que contrasta con la práctica actual de una serie de tecnologías que instrumentalizan la vida del no nacido.