Fundamentos antropológicos, culturales y morales del 'evangelio de la vida' y su relevancia en la misión de la Iglesia

Abstract

La aceptación social de gravísimos atentados contra la vida humana ha llevado a la Iglesia contemporánea a proclamar con claridad y vigor las exigencias del “evangelio de la vida”. La fe revelada y la recta razón convergen en afirmar la dignidad sagrada y el valor absoluto de toda persona humana desde el momento de la concepción hasta su muerte natural. Superando la falsedad de las antropologías reductivas, se requiere con urgencia aunar esfuerzos para reconstruir una auténtica “cultura de la vida”, que ponga en el centro de la organización social el cuidado y la promoción de la salud de todos, la defensa de los más débiles y necesitados, así como una educación integral de las nuevas generaciones. Las legislaciones han de reconocer y respetar plenamente el derecho natural, que afirma la defensa de la vida y de las libertades fundamentales de todos. Además, las autoridades públicas han de aceptar la verdad del matrimonio y de la familia, pues dentro de la comunión conyugal nacen los hijos y se lleva a cabo la educación más esencial de los mismos, de tanta importancia para el desarrollo de la sociedad. La Iglesia, “Pueblo de la vida”, no sólo enseña la grandeza y el destino trascendente de cada vida humana a la luz del misterio de Jesucristo, sino que además sirve a la vida y la cuida con amor de caridad. Así, contribuye a la construcción de una civilización que ponga en el centro la justa promoción de la persona humana, de “toda la vida y la vida de todos”.