La Revelación a la luz del Mensaje al Pueblo de Dios del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios

Abstract

El Mensaje del Sínodo al Pueblo de Dios” manifiesta la necesidad que tiene toda la Iglesia, y en ella cada cristiano, de encontrarse con la Palabra de Dios para vivir de ella y ser sus testigos ante los demás. Ese encuentro es posible porque Dios está en sí totalmente revelado para sí y, libremente, ha querido revelarse en la historia a los hombres. La expresión interna de la plena e íntima condición manifiesta de Dios, pero que también expresa en Dios lo distinto de él, es la Palabra eterna del Padre, su Hijo Unigénito. Por esa “posición” personal de la Palabra eterna, que siempre permanece en comunión con el Padre en la común unión del Espíritu Santo, es ella y su Espíritu quienes actúan, cada uno en el modo que le es propio a su persona, la revelación de Dios en el espacio y tiempo humanos, iniciado y llevando a plenitud la única economía salvífica de Dios para la humanidad y para el mundo. La revelación de Dios y la realización de su designio salvador tienen su cumplimiento definitivo y único en Jesucristo, la Palabra de Dios hecha carne, que ha puesto su “casa”, dentro la historia, en la Iglesia, a fin de ser efectivamente contemporáneo a todo hombre. La Iglesia, depositaria de la revelación de Dios en su Palabra, que ella custodia en la Tradición (que incluye también los sacramentos) y en la Escritura, ha sido hecha partícipe por Jesucristo de su vida y de su misión, para que a través de su ministerio maternal todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad en él.