A propósito de dones jerárquicos

Abstract

La carta Iuvenescit Ecclesia constituye una notable aportación doctrinal a la hora de profundizar las líneas maestras de la eclesiología conciliar, tal y como ha sido recibida y expuesta por el magisterio pontificio en estos últimos cincuenta años. A la luz del único designio del Padre, que se cumple en las misiones del Hijo y del Espíritu, la relación entre dones jerárquicos y carismáticos, emblema de la communio como forma de la Iglesia, permite volver a subrayar “el primado de lo cristiano”, así como la dimensión obediencial y ministerial propia de los dones jerárquicos, fruto del sacramento del orden, y de su tarea de discernimiento. De este modo, se podrá favorecer la superación de antiguas tentaciones clericales y, sobre todo, la participación y la corresponsabilidad (sinodalidad) en la vida y misión de la Iglesia en términos de testimonio de la fe.