A propósito de una pequeña comunidad

Abstract

Asumir el encargo de ofrecer un testimonio explícito no es tarea fácil para quien tal cosa se propone, ni aun cuando se haga a petición de un amigo entrañable y hermano mayor en la fe. Si tal testimonio ha de centrarse en la vivencia cristiana de una pequeña comunidad, la dificultad se trueca en temor por la limitación de persona y palabras para poder exteriorizar de alguna manera la hondura de una experiencia compartida. Si a ello se añade el desconocimiento de a quiénes se dirige aquél 0 con quienes se ha de compartir, entonces uno se siente tentado de huir 'y callar. Sin embargo, no es posible rehuir el encargo, aunque no sea por otra razón que la evangélica de que "no puede ocultarse la ciudad que está sobre la colina, ni los hombres encienden la luz para colocarla bajo el celemín" (Mt 5,14-15). Así pues, me presento a vosotros por compromiso hacia mi comunidad yen la esperanza de que tal vez sea capaz de haceros llegar la experiencia de un grupo de cristianos que intenta vivir en el eterno viviente, Jesús de Nazaret.