Iniciación al lenguaje simbólico

Abstract

Para quienes nos movemos en el quehacer de anunciar la Buena Nueva a nuestra gente de hoy, resulta difícil comunicar nuestra experiencia y, la mayoría de las veces, no quedamos muy convencidos ni satisfechos de haber llegado a conseguir lo que nos proponíamos. Nuestro lenguaje, con frecuencia, resulta insuficiente para expresar lo que entendemos, vivimos 0 sentimos, y además son muchos los condicionamientos que pesan a la hora de poner de acuerdo nuestro mensaje con el centro de interés y las expectativas de nuestros interlocutores. Antes de pasar a contar mi experiencia de qué es lo que me preocupa cuando hablo a otros sobre signos y símbolos que sirven en la Iglesia para vivir y expresarla fe, considero necesario señalar las siguientes premisas.