La iniciación a la oración en la catequesis

Abstract

La oración parece estar de moda. Se hace de ella un tema corriente en grupos y comunidades cristianas. Las publicaciones sobre ella se multiplican hasta la saciedad. Son múltiples las ofertas de técnicas, materiales y métodos de oración que salen al mercado. Las propuestas de encuentros de oración, de jornadas de "desierto", de estancias en monasterios y de práctica de ejercicios espirituales encuentran siempre ecos favorables... Pero detrás de estos datos favorables, la oración permanece en su estado de marginalidad. A veces porque se reeditan los reparos clásicos: se la acusa de descansar sobre las tendencias egocéntricas y subjetivas del creyente; de ser válvula de escape ante la urgencia del compromiso por el Reino; de ser anacrónica en sus planteamientos antropológicos de partida, en las formas tradicionales de realización... Y otras porque, afirmada teóricamente, los condicionamientos básicos de la vida ordinaria del creyente dificultan su ejercicio concreto: una vida vivida sin referencia religiosa explícita; la pérdida de la persona del creyente en la dispersión del activismo; la imagen desdibujada de Dios que no es reconocido como un tú... El hecho es que unas y otras dificultades impiden que la oración sea entre nosotros la realidad floreciente que cabría esperar.