Daniel Llorente, puntal de la catequesis del s. XX

Abstract

En efecto, como el título propone, es preciso reconocer a Daniel Llorente un protagonismo en la catequesis del siglo xx, hasta el Vaticano II, en una etapa que comienza en los albores de siglo, y de la que se constituyó en eje vertebrador y puntal que soportó el peso continuado de una renovación llena de entusiasmo por la catequesis. Es cierto que no fue el único impulsor y que otros también alentaron la actuación catequética decidida: antes de él Andrés Manjón o Ruiz Amado; contemporáneos suyos Damián Bilbao o Manuel González; y posteriores a él Jesús González o Juan Tusquets. Se podría hablar de muchos más nombres, pero, en cualquier caso, con aportaciones menos valiosas o no tan continuadas. Lo cierto es que una serie de circunstancias hicieron posible que el interés que siempre tuvo por la catequesis, y por la catequesis bien llevada, se mantuvo a lo largo de su prolongada actividad pastoral, de forma que, sin proponérselo, ha resultado el catequeta más destacado de los tres primeros cuartos de siglo. La afirmación anterior se puede comprobar con los datos y aportaciones de sus obras y actuación, que corroboran mejor que muchas palabras la trayectoria de una vida volcada principalmente en la catequesis.