La revelación como testimonio en el N.T.

Abstract

El sentido de este trabajo viene dado por el contexto del número en que se publica, dedicado a la catequesis como acto de transmisión de la fe en clave testimonial. La catequesis eclesial, como cualquier otra expresión de la vida de la Iglesia, tiene su fuente y su origen en la Revelación divina, por la cual Dios quiso revelarse a sí mismo y el misterio de su voluntad (cf. DV 1). Esta automanifestación de Dios nos llega a nosotros a través de obras y palabras humanas en la Escritura y en la Tradición, hecho que dirige nuestra mirada en dos direcciones: por un lado, a la fuente misma del proceso de autocomunicación: el amor de las tres personas divinas hecho palabra divino humana en Jesucristo (cf. DV 4), que tiene por finalidad hacer a los hombres consortes de su naturaleza divina y reclama la misteriosa e íntima intervención del Espíritu Santo (cf. DV 1); por otro lado, la Tradición nos hace pensar en la cadena de tradentes, de transmisores de esa Revelación divina a todos los hombres. Pensamos aquí, pues, en los dos momentos de la Revelación: su origen y su transmisión, lo que incide, naturalmente, en la catequesis, que es camino eclesial privilegiado de transmisión de lo que hemos recibido.