Espiritualidad de éxodo. Experiencia basilar para el ministerio evangelizador de misioneros y catequistas

Abstract

Entre las tareas y actividades que Cristo encomendó a la Iglesia se encuentra la denominada “misión ad gentes”, con todo su amplio espectro de significados y tareas. Entre estas tareas podríamos distinguir la específicamente misionera y la catequética. Ambas comparten idénticos rasgos de espiritualidad porque las dos forman parte del gran “ministerio de la evangelización”. Así lo deja entrever el Directorio General para la Catequesis (1997), al estructurar la evangelización en tres grandes etapas o “momentos esenciales”: “la acción misionera para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa; la acción catequético-iniciatoria para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación; y la acción pastoral...” (DGC 49).