El catecumenado en la diócesis de Toledo

Abstract

En la diócesis de Toledo el servicio diocesano de catequesis viene estructurado desde hace treinta años habiendo formado a miles de catequistas y organizado encuentros anuales desde su inicio, impulsando experiencias parroquiales y elaborando programas de acción. Recientemente a partir de los documentos de la CEE sobre Iniciación Cristina y Catecumenado se ha incorporado la institución catecumenal como una célula fundamental de este Secretariado. Una de las grandes intuiciones y aportaciones del Concilio Vaticano II fue “restaurar el catecumenado” (SC 64; AG 14; CD 14). Entre las muchas y diversas “pastorales catecumenales” que se están realizando por doquier hay cada vez más una concienciación de la urgencia y necesidad de un Catecumenado para la Iglesia de hoy. Juan Jose Calles habla de una triple motivación: de orden pastoral, de orden teológico y de orden sociocultural1. El catecumenado quiere ser una propuesta pastoral de una iglesia que está en misión, una iglesia en camino de llevar el Evangelio a toda criatura, “una formación y noviciado debidamente prolongado de toda la vida cristiana, en que los discípulos se unen a Cristo, su Maestro” (AG 14). Esta misma perspectiva es propuesta por nuestros Obispos en el Plan Pastoral 2000-2005 en estos términos: Esta institución nacida en los primeros siglos de la Iglesia, está llamada a continuar ejerciendo su influjo benéfico en este nuevo siglo, como comunidad de comunidades y casa abierta para todos inserta junto a las casas de los vecinos y con espíritu misionero” (n. 47). Para esto tenemos en esta diócesis una doble vía: el camino neocatecumenal y el catecumenado de niños bautizados en su infancia.