El hombre, 'Imago Dei': la reflexión tomasiana de la 'huella' de Dios en el hombre

Abstract

¿Qué hondura posee la expresión “hombre, imagen de Dios”? ¿Cuál es su radicación filosófica y teológica? En la época actual –tan ayuna de fundamentaciones racionales y no racionalistas mucho nos aprovechará ahondar en esta noción, pues encierra todo un universo antropológico. Y dado que comprender genuinamente al hombre es inseparable de acercarse al conocimiento de Dios, este estudio es –en el fondo- una ejemplificación de cómo el misterio del hombre se desvela a la luz del misterio de Dios. Y el conocimiento de Dios –no lo olvidemos- es la antesala de la relación de amor con Él, a la cual estamos llamados. Esta cuestión es fronteriza entre la Filosofía y la Teología. Aclararé, no obstante, que a la luz de la razón filosófica es posible descubrir cómo el hombre posee rasgos que lo hacen “imagen de Dios”; no es posible, sin embargo, descubrir cómo el hombre es imagen de la Trinidad. Philosophus ratione naturali nunquam concederet deum dicere secundum quod dicere importat distinctionem personarum; sed solum secundum quod essentialiter dicitur. Este estudio primero, propiamente filosófico, no obstante, es fundamental para sostener sólidamente el segundo de los pasos, estrictamente teológico.