El misterio de la Iglesia en el compendio del catecismo

Abstract

La parte que el Compendio dedica al artículo noveno del Credo: “Creo en la Iglesia Católica”, abarca los números 147 a 193. Básicamente se divide en cuatro partes, una primera (nn. 147- 152) en la que se nos da una especie de definición o descripción de qué es la Iglesia, cuál es su origen y su meta, cuál es su misión, por qué se le aplica la categoría o el término “misterio” y, por último, por qué se la llama “sacramento universal de salvación”. La segunda (nn. 153-160) toca la cuestión de las principales imágenes de las que se ha servido la Tradición para hablar del misterio de la Iglesia: Pueblo de Dios, cuerpo y esposa de Cristo y templo del Espíritu Santo. En la tercera (nn. 161- 176), el Compendio nos recuerda los aspectos esenciales encerrados tras de cada una de las notas con que en los principales Símbolos de la fe se ha definido a la Iglesia: una, santa, católica y apostólica. Por último (nn. 177-193), se toca la pregunta de quiénes son los fieles de la Iglesia y se nos habla de la jerarquía, de los fieles laicos y de las personas consagradas. Para entrar a valorar y comentar esta parte del Compendio, al igual que sucede con el Catecismo, es necesario no olvidar que todo lo referente al artículo sobre la Iglesia está estrechamente vinculado con lo que se ha expuesto a propósito de cada una de las tres personas divinas y del misterio de la salvación (primera parte del Catecismo y del Compendio). Y todo lo que se dice de la Iglesia, como consecuencia, encuentra su aplicación en lo que el Catecismo y el Compendio recuerdan sobre la celebración del misterio cristiano (segunda parte), la vida en Cristo (tercera parte) y la oración (cuarta parte). Así pues, todo lo referente a la exposición sobre el misterio de la Iglesia es una especie de eje transversal que da unidad al conjunto de la fe cristiana y al modo de exponerla de cara a su transmisión y estudio. Lo cual es ya, de por sí, un dato revelador.