'Creo en el Espíritu Santo, señor y dador de vida'. El credo y el testimonio del Papa Juan Pablo II

Abstract

Al considerar la obra de Juan Pablo II nos sorprende la extensión de sus enseñanzas sobre el Espíritu Santo, la misión de Éste en la Iglesia y en el mundo. En este contexto, la Encíclica Dominum et Vivificantem (DVi) (18 de mayo de 1986) brilla de una manera excepcional. Este escrito, última página de un “tríptico que refleja el misterio trinitario de Dios”, “síntesis de la más completa trilogía del magisterio sobre la acción de las tres personas divinas”, constituye sin duda uno de los vértices del magisterio petrino de Juan Pablo II. Hay que añadir a esto las 82 Alocuciones pronunciadas durante las Audiencias Generales de los Miércoles (26 de abril de 1989 - 3 de julio de 1991), así como las 22 Catequesis del año 1998 (1 de julio - 9 de diciembre) en el marco de la preparación al Gran Jubileo: estas distintas intervenciones constituyen un eco de la Encíclica y facilitan la aproximación a ella. Las limitaciones de un artículo hacen que sea imposible, y que incluso esté fuera de lugar, una síntesis pneumatológica completa. Más bien se intentará indicar la continuidad de estas enseñanzas con relación a las afirmaciones recientes de la Iglesia (I), al igual que a su novedad y su actualidad (II). En este clima se recogerán más específicamente los progresos sobre el Espíritu Santo y la vida del alma (III) y, a modo de conclusión se presentarán brevemente algunos aspectos relacionados con la catequesis.