La catequesis en la iglesia particular

Abstract

Condicionada en buena medida por la necesidad de defender tanto que “la Iglesia Romana, por disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas las otras, y que esta potestad de jurisdicción del Romano Pontífice, que es verdaderamente episcopal, es inmediata”1. Como también por las consecuencias de mantener que “a esta potestad [de jurisdicción del Romano Pontífice] están obligados por el deber de subordinación jerárquica y de verdadera obediencia los pastores y fieles de cualquier rito y dignidad, ya sea separadamente, ya sea todos juntos, no solo en las materias que atañen a la fe y a las costumbres, sino también en lo que pertenece a la disciplina y régimen de la Iglesia difundida por todo el orbe”2. La eclesiología occidental contribuyó a crear, al menos en la práctica, una mentalidad entre los fieles que cabría de calificar de “centralista”. En ella poca o ninguna entidad tenían las iglesias particulares, locales o diócesis, pues mas bien eran concebidas o percibidas (y aún lo siguen siendo) como sucursales o agencias de una gran empresa (si queremos de una multinacional), que, estructural y prácticamente, dependen en todo de lo que se decide y manda desde la sede central.