Denuncia calumniosa al Superior eclesiástico por algún delito y otra lesión de la buena fama. Algunos aspectos sustantivos y procesales

Abstract

La protección penal canónica del honor y de la buena fama del hombre o de un grupo de personas (c. 1390 §2 CIC) comprende dos factispecies delictivas: la denuncia calumniosa de un delito al Superior eclesiástico (primera parte) y la lesión de la buena fama del prójimo (segunda parte). Ante estos dos supuestos, la falta de correspondencia entre la parte dispositiva de la sentencia de condena por el delito de denuncia calumniosa al Superior eclesiástico y la duda concordada solamente por el delito de difamación provoca la nulidad insanable de la sentencia según el c. 1620, n. 8, al no dirimir ni siquiera parcialmente la controversia penal introducida por el delito de difamación, pero también por el c. 1620, n. 7, porque al imputado se le niega la posibilidad de ejercer el derecho de defensa en el procedimiento penal respecto del delito de denuncia calumniosa, estando en este último caso ante un supuesto de falta de correspondencia sustancial, porque el imputado es condenado por un hecho totalmente distinto del que ha sido discutido en el curso del procedimiento penal. Por otra parte, una persona jurídica colegial también debiera entenderse sujeto pasivo del delito de difamación en el ordenamiento canónico como lo prueba una querella puesta por la Sagrada Rota por difamación con la autorización de la Santa Sede.