Principio de legalidad y ordenamiento canónico

Abstract

El principio de legalidad aparece esencial a todo ordenamiento jurídico civil propio de un Estado democrático o, mejor, propio de cualquier tipo de Estado de derecho, principalmente el de origen democrático. En el ordenamiento canónico y en el civil existe este principio de legalidad como inmanente a la norma misma o que preexiste a ella, un concepto común que reside en la centralidad de la dignidad de la persona humana que todos los Estados de derecho contemporáneos ponen como principio-base de sus constituciones. La Iglesia coincide en este punto con todos los ordenamientos, aunque con una condición: que no se considere al hombre como desligado de un principio ontológico que lo manifiesta como hijo de Dios, revestido de una dignidad irrenunciable que la racionalidad puede captar dentro de una moral o ley inscrita en la naturaleza misma del hombre.