El diálogo en la economía de la salvación

Abstract

En Ecclesiam suam (n. 28) Pablo VI afirma “la historia de la salvación narra precisamente este largo y variado diálogo que nace de Dios y teje con el hombre una admirable y múltiple conversación”. Esta conversación tiene forma de un diálogo progresivo y personal. Para la primera patrística comienza con la primera palabra de Dios pronunciada en la creación del mundo y en la plasmación del hombre, continúa en el Paraíso y, después de la desobediencia de Adán, por medio de los profetas y patriarcas del Antiguo Testamento. La plenitud de este diálogo llega con la Encarnación del Verbo de Dios. San Efrén, el Arpa del Espíritu Santo en la tradición siríaca, presenta dos “canales” privilegiados de comunicación entre Dios y la humanidad. Se trata de la Creación y de la Escritura. Los “símbolos” presentes en la naturaleza y los “tipos” en la Escritura comunican al hombre los misterios de Dios y los misterios de su Hijo, el centro de la historia de la salvación. San Efrén lo pone de manifiesto en sus himnos sirviéndose de la poesía, canto y alabanza.